Aunque a las hojas de las hayas todavía les faltaba un puntito de color, acerté con el día y encontré las condiciones meteorológicas que buscaba. Los hayedos son, por sí solos, lugares misteriosos, pero si además les añadimos un poco de niebla se convierten en bosques absolutamente mágicos.
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Un par de Oudemansiella mucida crecen sobre madera muerta en el hayedo de la Pedrosa. |
Porque dices que es madera muerta, porque no lo parece, con el hongo y con el musgo / líquenes / lo-que-sea que tiene por encima. Si es que en el bosque, todo se aprovecha, todo vale.
ResponderEliminarY con respecto a la foto, aunque me repita con respecto a tu comentario, es ciertamente mágica.
Estupenda fotografía Fernando. Me gusta el ambiente que has conseguido, la profundidad del bosque... y muy oportunas las dos setas en esa posición.
ResponderEliminarNo conocía tu blog, llegué hasta aquí por un comentario de un amigo y compañero de Fonamad, pero desde ahora seré un seguidor habitual tuyo. Estupendos como siempre tus trabajos.
Saludos. Félix Gil
Hola Félix,
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte y comentar. Yo encantado de tenerte por aquí.
Saludos