martes, 11 de enero de 2022

Duratón nocturno

Hoy vengo con ganas de largar y de contentar al más fiel seguidor de este blog (J.), al que le gustan largas... me refiero a las entradas de texto que acompañan a las fotografías. Lo siento por la segunda seguidora más fiel del blog (M.) que las prefiere más escuetas.
Así que activemos el modo "verboso" como diría mi amigo... 

Si llegaste hasta aquí pero no quieres que se pierda la magia de la fotografía ¡no sigas leyendo!

Bien, veo que te gusta el "gore" de la fotografía, así que te voy a contentar con una explicación para "dummies" sobre el proceso de creación de una imagen como la de hoy. Si eres fotógrafo, seguramente esto ya te lo sabes, avisado estás.

Para ahorrarte el sufrimiento lento... Sí, tus peores presagios eran ciertos: todo lo que ves es "mentira". Quizá he exagerado un poco pero si, como ya nos advertía el amigo René, no te puedes fiar ni de tus sentidos ¿cómo te vas a fiar de una fotografía colgada en la red? 
Mas comencemos por el principio:

La planificación es importante; se trata de escoger un lugar con la menor contaminación lumínica posible y una noche sin Luna ni nubes de por medio y de plantarnos allí a la hora adecuada (esto es, antes de que se haga de noche, más que nada por conocer el terreno y no caernos sin previo aviso por el barranco). Si además, lo que queremos es fotografiar la Vía Láctea en todo su esplendor y no simplemente "estrellas", la época del año es clave puesto que la zona más brillante, que coincide con el centro galáctico, no es visible todo el año (en nuestras latitudes la época indicada va de primavera a finales de verano).

El no-sueño de una noche de verano en las Hoces del Duratón

Bien, estás en un lugar maravilloso y sobre tu cabeza se levanta un increíble cielo estrellado de verano así que te dispones a plantar tu trípode y fotografiar las paredes de roca y el río que tienes delante bajo ese cielo... ¡Error! todo lo que conseguirás, incluso con la tecnología más reciente, es una mancha oscura en la parte inferior de tu fotografía o en el mejor de los casos una fotografía terriblemente oscura y llena de ruido en la que apenas se aprecia la belleza del lugar (lo siento pero las estrellas iluminan muy poco a esa distancia). Entonces, ¿qué hago? pues, como quizá sospechabas, necesitas fotografiar el primer plano (la tierra) y el cielo en momentos diferentes, con luces diferentes y luego juntarlo todo en el ordenador (sí, con Photoshop... yo también probé Gimp pero no es lo mismo). Que a esto los modernos le llaman ahora "time blending" oiga... 
A mí me gusta que el cielo y la tierra estén fotografiados al menos el mismo día y en el mismo lugar, con una orientación verosímil, pero esto tampoco es imprescindible; incluso hay gente que tira de su biblioteca de cielos de los últimos 10 años.

Resumiendo: la hoz está fotografiada durante lo que algunos llaman la "hora azul", es decir, el momento del día en el que no hay luz de Sol pero todavía no es noche cerrada. Esto permite obtener tomas de buena calidad pero manteniendo el ambiente nocturno. Como me gusta poder empapelar una habitación si hace falta (además de que la Vía Láctea no te va a caber a menos que fotografíes con un ojo de pez) tanto la parte superior como la inferior son panorámicas ensambladas a partir de 10 fotografías verticales cada una (hay que recordar solapar lo suficiente todas las fotografías y disparar en manual con los mismos parámetros para que el software de ensamblado no tenga problemas a la hora de juntarlas).

Las tomas correspondientes al cielo se realizan a partir del momento de máxima oscuridad y en este caso la calidad del sensor de nuestra cámara sí que es determinante (buen rango dinámico y bajo ruido a alta sensibilidad) puesto que lo vamos a hacer trabajar con muy poca luz. Las exposiciones han de ser lo suficientemente cortas para que las estrellas no aparezcan como trazas debido al movimiento de rotación de la Tierra, pero suficientemente largas para capturar la cantidad suficiente de luz. También es posible componer cada una de las teselas mediante lo que se conoce como "apilado" o "stacking" de múltiples fotogramas sub-expuestos, con el fin de mejorar el rango dinámico y reducir la cantidad de ruido de la fotografía manteniendo la forma de las estrellas; pero esto sería harina de otro costal ...

Llegados a este punto ya tenemos la mitad del trabajo hecho y nos podemos ir a casa a dormir. Al día siguiente, o a los seis meses en mi caso, nos armamos de valor y nos sentamos al ordenador dispuestos a pasar un largo rato. Para lo que viene a continuación hay tantos librillos como maestrillos... Lo que hago yo, de forma muy resumida, es ensamblar por separado las dos panorámicas (semi-plano superior e inferior) y corregir la distorsión en la medida de lo posible en este primer paso. La toma del cielo puede dar bastante guerra, especialmente si, como en mi caso, la Vía Láctea ya estaba muy alta en el cielo puesto que habrá que ir estirando de aquí y de allí hasta devolverle su forma de arco. También hago, en este momento, un primer ajuste de niveles, balance de blancos, saturación de color (normalmente selectiva por tonos), filtrado del ruido etc... para cada una de ellas. 

Finalmente se ensamblan ambas partes; dicho así suena sencillo pero es aquí es donde radica gran parte del éxito de la operación. Yo empleo máscaras de capa de Photoshop para fundir ambas zonas y las edito mediante herramientas diversas dependiendo de las características de cada fotografía (gradiente, pinceles de diferentes durezas etc...). Normalmente durante este proceso también es necesario re-equilibrar las exposiciones y el balance de blancos de ambas zonas para que el resultado no quede demasiado artificial. A partir de aquí y dependiendo de lo paciente que me haya levantado ese día me puedo dedicar a otros detalles menores como resaltar algunas texturas o bien esconder elementos demasiado llamativos. Por último se prepara la fotografía al tamaño al que se va a publicar (se re-enfoca para ese tamaño), se le asigna un perfil de color (sRGB si no te la quieres jugar) y se exporta...  

Lo más doloroso es que la red social en la que la estás publicando te la va a remuestrear y se la cargará (si no eres cuidadoso) o alguien empleará un navegador que no realiza gestión del color o no lo tiene activado (gestión de color en navegadores)  y por supuesto la verá en un monitor sin calibrar 😂, así que a saber lo que está viendo.....




 

jueves, 2 de diciembre de 2021

Milano real

El vertedero de Colmenar Viejo era uno de los mejores lugares que conocía para tomar fotografías de milano real en vuelo. Hoy en día lo sigue siendo pero además también los es, seguramente, para observar buitres negros.  Parece que a la importante colonia de esta necrófaga en la Sierra del Guadarrama le está yendo muy bien en los últimos años pero no me deja de causar cierto desasosiego ver estas aves posadas en los taludes del vertedero junto a toda nuestra inmundicia... una muestra más de nuestra capacidad para alterar la dinámica de todos los ecosistemas.   


Milano real (Milvus milvus) volando próximo al vertedero de Colmenar Viejo

  

viernes, 8 de octubre de 2021

Mirlo acuático

El mirlo acuático es el habitante, por excelencia, de los ríos de montaña. Su alimentación, basada en diferentes clases de invertebrados acuáticos, hace que sólo pueda habitar corrientes muy bien conservadas; por lo general, cursos de aguas rápidas y bien oxigenadas. La mayoría de las veces únicamente alcanzaremos a ver un pequeño proyectil oscuro volando a ras de agua tras escuchar un reclamo metálico. Si tenemos la suerte de observarlo mientras se alimenta nos maravillará su capacidad para sumergirse en las gélidas aguas del torrente más vivo y andar de forma inexplicable sobre su lecho rocoso (parece ser que el empuje de la corriente sobre su dorso arqueado es el artífice de esta magia).

Quizá porque en mi corazón está asociado a lo más salvaje y puro de la montaña es, desde hace muchos años, una de mis aves favoritas. No se puede decir que sea un ave especialmente llamativa pero sí tiene, para mí, la elegancia de la discreción. Esa combinación de tonos pizarra y matices satinados de las plumas del dorso y las alas contrastando con la bandera blanca de su pecho son mi debilidad.

Aunque hace ya bastantes años (durante las primaveras de 2009 y 2010) dediqué bastantes horas a fotografiarlos escondido en un hide, cada vez que me encuentro con uno no puedo resistir la tentación de sacar el teleobjetivo y arrastrarme cuerpo a tierra hasta la orilla del río. En esta ocasión dí con un  individuo más confiado de lo habitual que me brindó un rato de disfrute y la oportunidad de hablar de él en este blog.                


Mirlo acuático (Cinclus cinclus), río Jarama, sierra del Rincón


Larva de tricóptero, uno de los alimentos habituales del mirlo acuático


miércoles, 15 de septiembre de 2021

Sapo partero común

El sapo partero común, que no tiene nada de esto último en bastantes lugares en los que solía serlo, ha sufrido una regresión muy importante en sus poblaciones durante los últimos años. La causa principal de su desaparición ha sido la irrupción de la quitridiomicosis, una enfermedad causada por hongos del género Batrachochytrium que ha producido mortalidades masivas.   

En algunas zonas de alta montaña como el mazizo de Peñalara ha llegado al borde de la extinción y necesita actualmente de la cría en cautividad y posterior reintroducción en lugares apropiados.

Se trata de una de mis especies favoritas de anfibio, no sé si por su pequeño tamaño, su preiosa pupila vertical  o lo curioso de su ecología reproductiva (es el macho el que porta a su espalda el cordón de huevos fecundados hasta que los renacuajos están listos para nacer, momento en el que los deposita en el agua).

Aprovechando que hace poco vi mi primer ejemplar de la población que ocupa la sierra de Guadarrama voy a rescatar unas fotografías algo más antiguas de la misma especie pero correspondientes a una población diferente (la del sureste de la comunidad de Madrid) y que pertenecen probablemente a una sub-especie diferente (Alytes obstetricans pertinax).

Macho de sapo partero común (Alytes obstetricans) junto a un antiguo lavadero en el que se reproduce. Este lugar no está exento de problemas causados por el hombre como la contaminación eventual de las aguas del pilón. 

Sapo partero común (Alytes obstetricans)


Larva de sapo partero común.


jueves, 1 de julio de 2021

Luces de montaña

Mi primera publicación (hace ya muchos años, en los hoy desaparecidos blogs de lacoctelera) compartía título con esta última entrada. Por aquel entonces se trataba de homenajear al desaparecido Gallen Rowell y su mítico libro sobre fotografía en la naturaleza, que marcó mis comienzos como fotógrafo de forma indeleble. Hoy recurro al mismo título como auto-invocación de un tiempo pasado en el que la la ilusión por descubrir todo lo que la naturaleza nos ofrece impulsaba mis pasos. Inevitablemente, las experiencias vividas van reemplazando la ingenuidad de los primeros tiempos con conocimiento. A cambio, perdemos una buena dosis de energía y de voluntad de explorar puntos de vista nuevos en el camino. La salida nocturna de la última luna nueva con mi amigo Carlos me devolvió por algunas horas a esos tiempos pasados que siempre fueron mejores o seguramente sólo diferentes... Muchas gracias por la compañía!   

Cielo estrellado en la Laguna Grande de Peñalara, Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Winter is coming - II

La llegada del jilguero lúgano (anteriormente conocido como lúgano, a secas)  señala, en nuestras latitudes, la llegada del mal tiempo. Aunque es cierto que el Sistema Central podría albergar una pequeña población reproductora de esta especie, lo más probable es que el bando que pude fotografiar hoy provenga de Europa central o del norte, puesto que los ejemplares invernantes o en paso son mucho más abundantes durante estos meses.      

Jilguero lúgano (Spinus spinus) alimentándose de semillas de abedul         

Una familia de mitos, siempre confiada y ruidosa, acompañaba a los lúganos, que en otras ocasiones suelen dejarse ver en bandos mixtos de (parientes) fringílidos como pinzones vulgares o verderones serranos. Aunque la alimentación de las dos especies es bastante diferente (el lúgano es fundamentalmente granívoro mientras que la dieta del mito se compone en su mayoría de pequeños insectos) ambos se las apañaban para encontrar su sustento en los mismos árboles.

Mito (Aegithalos caudatus) buscando su comida entre las hojas


jueves, 3 de septiembre de 2020

Amerizaje

El Parque Natural Bahía de Cádiz siempre ofrece la oportunidad de ver una buena variedad de aves, la mayoría de ellas pequeñas limícolas como el chorlitejo de la fotografía. Si además se puede dar uno un paseo con la luz de las primera horas del día y en buena compañía (en este ocasión con mi amigo Carlos, también fotógrafo) la mañana está bien empleada.

La fotografía que os muestro hoy es la secuencia del amerizaje de un chorlitejo grande, montada a partir de 4 fotografías independientes tomadas en ráfaga. Me he tomado la libertad de espaciarlas algo más de lo que corresponde a la realidad por motivos estéticos.

Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula)
Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula) amerizando. Parque Natural Bahía de Cádiz.