Los tritones son, seguramente, los grandes desconocidos del mundo de los anfibios para el ciudadano de a pie. Si a sus hábitos nocturnos le sumamos que durante su fase acuática hay que buscarlos en charcas y pilones que, en muchas ocasiones, están llenos de algas y vegetación acuática, no es de extrañar que pasen tan desapercibidos.
Un tritón alpino fue el culpable de que me enamorase de los anfibios, pero esta especie, que es además un endemismo peninsular, no le va a la zaga en belleza (sobre todo si la encontramos con su librea de reproducción). Hace no muchos años se consideraba al tritón pigmeo como una subespecie del tritón jaspeado; sin embargo los análisis genéticos han demostrado que las diferencias son suficientemente significativas como para considerarla una especie diferente. El ejemplar que os muestro hoy es un macho que presenta la característica cresta dorsal del periodo reproductor. Está fotografiado en su misma charca (en su límite de distribución nororiental) mediante una carcasa subacuática de fabricación casera. También os muestro una foto de "estudio" realizada en un pequeño acuario para que os hagáis una mejor idea de su morfología.
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Tritón pigmeo (Triturus pygmaeus) nadando en su charca
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Tritón pigmeo (Triturus pygameus), macho en periodo de reproducción |