La gran cantidad de agua que ha caído este año ha posibilitado que se vean puestas de anfibios en lugares en los que la primavera pasada era inimaginable. A falta de material de este año voy a rescatar dos fotografías del verano pasado de una de mis especies favoritas: la ranita de San Antonio. Conceptualmente se trata de dos tomas muy distintas pues, tanto la selección de la longitud focal como de la apertura de diafragma, están orientadas a conseguir efectos contrarios. En la primera fotografía una escasa profundidad de campo centra la atención en lo esencial (los ojos de la rana) y elimina distracciones. En la segunda se trata de conseguir el efecto opuesto mediante una distancia focal corta (un objetivo ojo de pez) que consigue mostrar el hábitat de la protagonista y su relación con él.
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Ranita de San Antonio (Hyla arborea) |
Una pregunta, que probablemente sea absurda. Lo de las puestas de anfibios en lugares no comunes, ¿quiere decir que va a haber más? ¿Puede ser algo positivo, contra la desaparición que estas criaturas estaban teniendo?
ResponderEliminarY otra pregunta... Entre que planteas la foto, cambias los objetivos, apuntas, y tal, ¿cuánto tardas? Y en ese tiempo, ¿la rana no se te ha ido a Parla? :)
Respuesta a la primera pregunta: sería lógico imaginar que va a ser un buen año para la reproducción y que por lo tanto la población de algunas especies aumentará puntualmente, pero los sistemas naturales son muy complejos y existen muchas variables interrelacionadas, así que sin datos exhaustivos sobre el asunto yo no haría ninguna afirmación tan categórica.
ResponderEliminarSobre la segunda pregunta me acojo al secreto profesional ;-) sólo diré que si se manipulan anfibios hay que tratarlos con el máximo respeto. Es muy importante que su piel permanezca húmeda en todo momento. Yo además suelo llevar guantes de látex para evitar dejarles el sudor en la piel.